Tinelli vs. el campo: “agrotóxicos a la sentencia”
Primero afirmó que Argentina emplea un agroquimíco extensamente prohibido, ahora que se usa más que en Estados Unidos en relación con la cantidad de habitantes. Las respuestas. El conductor televisivo y empresario Marcelo Tinelli volvió a criticar el uso del herbicida glifosato a través de su cuenta de Twitter, donde tiene más de 10,3 millones
Primero afirmó que Argentina emplea un agroquimíco extensamente prohibido, ahora que se usa más que en Estados Unidos en relación con la cantidad de habitantes. Las respuestas.
El conductor televisivo y empresario Marcelo Tinelli volvió a criticar el uso del herbicida glifosato a través de su cuenta de Twitter, donde tiene más de 10,3 millones de seguidores. Esta vez hizo una asociación entre el uso de este producto clave para el control de malezas y la cantidad de habitantes de Argentina.
“Argentina tiene el promedio más alto de uso de glifosato per cápita del mundo: más de 7 litros anuales por persona. USA no llega a 0,5 litros. En 2 décadas acá se pasó de 20 millones de litros de agrotóxicos a casi 400 millones. ¿De qué cuidado de personas y ambiente me hablan?”, se preguntó el conductor de presentador.
Especialistas en el tema aseguraron que la cantidad entre litros de glifosato utilizado está relacionada a la cantidad de superficie cultivada y no de habitantes, dado que al ser la Argentina un país subpoblado y agrícola, se tergiversa la magnitud del uso de los agroquímicos.
Hace unos días, Tinelli ya había cuestionado el uso del glifosato, y en un texto, que también publicó en Twitter, aseguró que el agroquímico estaba prohibido en 74 países, mientras que “acá en Argentina siguen fumigando a personas, escuelas, y a los alimentos que comemos”. Ante esta acusación, diversos referentes agropecuarios salieron a responderle y desmintieron sus afirmaciones.
Incluso el mismo Tinelli debió salir a admitir su error en un tuit en el que dijo: “No son 74 países donde está prohibido el glifosato? Ok. Error mío”. Y siguió hablando sobre las demandas por su uso en Estados Unidos.
Esta vez, la polémica fue en relación a la magnitud de su uso. Fernando Vilella, profesor titular de la Cátedra de Agronegocios de la Universidad de Buenos Aires (UBA), criticó el razonamiento de Tinelli. “Esa alineación no quiere decir nada, porque acá tenés menos personas”, advirtió.
El especialista resaltó que el país tiene una superficie agrícola extensa y que la producción agropecuaria es muy alta, a lo que se le suma que tenemos una población relativamente chica, por lo que naturalmente el porcentaje dará alto.
Vilella explicó que en la medida que haya menos densidad de población y más cantidad de producción seguramente los números se ven deformados.
Vilella calificó de “absurdo” el comentario de Tinelli y aseguró que sería lo mismo que medir cuántas horas de tractor per cápita se utiliza para producir o cuántos granos se cultivan. “Cuando uno mira esas relaciones tiene que tener un contexto y no hacer relaciones directas sin entender lo conceptual”, indicó. Y refiriéndose al conductor televisivo apuntó: “Son cosas absurdas de gente que no entiende, no tiene que ver con contribuir a una discusión de la sociedad”.
Por su parte, Federico Landgraf, el director ejecutivo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes ( Casafe) -donde confluyen las empresas de insumos fitosanitarios- explicó que el primer error es comparar el uso del glifosato con la población, dado que no es una comparación técnica aceptable.
En relación a la afirmación de Tinelli de que “en 2 décadas acá se pasó de 20 millones de litros de agrotóxicos a casi 400 millones”, Landgraf aclaró que la palabra agrotóxico no existe. “Primero, son fitosanitarios o agroquímicos”, dijo. Además, pidió conocer la fuente para dicha aseveración. “La información que nosotros tenemos es distinta. En 1997 estábamos en los 123 millones de litros y en 2018 en los 283 millones”, indicó.
El ejecutivo, además, explicó que es fundamental conocer la composición de esos litros. En este sentido, contó que entre 1995 y 2015 la banda roja (la clase toxicológica más alta) ha bajado de casi el 30% al 1,2%, mientras que la banda verde se ha duplicado.
Respecto al tuit sobre el “rasgo cancerígeno”, Landgraf dijo que tanto Estados Unidos como la Unión Europea sostienen que el glifosato no es cancerígeno. “El glifosato comparte la categoría 2 con otros productos, como asado, el mate a más de 65 grados y compuestos químicos qué se usan en las tintas. Mientras que en la categoría 1, están las bebidas alcohólicas y los rayos x, y el fitosanitario no comparte categoría con ellos”, añadió.
Landgraf aprovechó para ponerse a disposición de Tinelli para trabajar el tema y “salir de la superficialidad que generan las redes”. El ejecutivo insistió en que se trata de un tema que requiere seriedad y que es necesario tratar con profundidad.
Monsanto descubrió la molécula original del glifosato en 1969 y en el mundo se lo empezó a usar en 1974. Es un ácido que se formula como una sal para hacerlo soluble en agua. Las formulaciones comerciales constan de una sal de glifosato y un tensioactivo.
La Argentina representa menos del 10% del consumo global (en el mundo son unos 2000 millones de litros al año según datos del mercado) de este producto. Se usa este producto en más de 160 países. Organismos referentes en la materia en Estados Unidos y Europa lo avalaron.
El glifosato no es exclusivo de la soja. Se lo emplea tanto para otros cultivos a campo, actividades ganaderas, como en economías regionales donde también el objetivo es controlar malezas.
Vía: Agrolatam
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