El precio de la carne, en días de Fiestas: para la Sociedad Rural Argentina hay “10 claves estructurales” que explican subas
Un trabajo de análisis de la entidad investiga las causas y consecuencias de los cambios que enfrenta la ganadería en un contexto favorable para la actividad.
Según un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales y la Comisión de Carnes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el aumento reciente en el precio de la hacienda surge de la convergencia de factores climáticos, productivos, logísticos y biológicos.
Los mismos se manifiestan en un momento de transición profunda para la ganadería argentina. Desde la entidad remarcaron que no se trata de un episodio coyuntural, sino de la normalización de un mercado que durante “cuatro años mantuvo precios rezagados frente a la inflación”.
“Detrás de los movimientos de precios hay un conjunto de factores productivos, climáticos, estacionales, estructurales y regulatorios que explican lo que está ocurriendo”, sostiene el mismo.
“Con estas 10 preguntas buscamos ayudar a entender las causas y las consecuencias de esta transición, en el marco de un cambio profundo de clima de época y del funcionamiento del negocio ganadero”, destacaron.
1- ¿El IPC realmente refleja el precio de la carne que la gente consume hoy?.
Una fuente importante de confusión es que el IPC ya no refleja los patrones reales de consumo de proteínas. La dieta argentina se transformó: el pollo y el cerdo avanzaron con fuerza y la carne vacuna redujo su participación. Como el índice sigue midiendo hábitos que ya no representan a la mayoría de los hogares, amplifica la percepción de aumento.
Junto a esto, se suman restricciones físicas derivadas de las lluvias intensas y la precariedad de los caminos rurales.
2. ¿Cómo influyen el clima, las lluvias y el estado de los caminos rurales?
El menor ingreso de camiones al Mercado Agroganadero de Cañuelas durante las semanas de mayores precipitaciones evidencia cómo la intransitabilidad reduce la oferta disponible en los remates.
FACTOR ESTRUCTURAL
El factor estructural más determinante proviene del pasado reciente. Entre 2019 y 2023, las malas políticas —intervenciones en precios, restricciones a las exportaciones, cupos y señales contradictorias— desincentivaron la inversión y deterioraron la previsibilidad del sector.
Las decisiones productivas tomadas en ese contexto adverso explican también en gran medida los resultados actuales de producción: menos retención de vientres, menor tasa de inversión y menor capacidad de crecimiento del rodeo.
3. ¿Cómo influyó la sequía en la tasa de nacimientos de 2024 y 2025?
A esto se sumó el impacto de la sequía, que redujo en cerca de 700.000 terneros por año los nacimientos tanto en 2023 como en 2024. Dos ciclos consecutivos con menos terneros generaron una base productiva más baja que hoy limita la disponibilidad de animales terminados.
4. ¿Por qué suben los precios de la hacienda?
En contraste, la demanda interna se fortaleció con la mejora del salario real, y el mercado internacional exhibió precios más altos y mejor integración de la res.
5. ¿La disponibilidad de hacienda es menor que en otros años?
A nivel regional, tanto Brasil como Uruguay enfrentan restricciones de oferta, lo que sostiene los valores en toda la región.
NUEVA ERA POLÍTICA
6. ¿Qué impacto tuvo el cambio político y la desregulación del mercado?
El cambio político de 2023 generó un nuevo clima de negocios: la eliminación de cupos y regulaciones devolvió previsibilidad y reactivó las expectativas de inversión.
7- ¿Qué rol juega la estacionalidad en el final de cada año?
Sin embargo, la ganadería responde con tiempos biológicos que no pueden acelerarse. Entre la decisión de invertir y la disponibilidad de carne transcurren entre 24 y 36 meses; la recomposición plena del stock llevará entre dos y cuatro años.
8. ¿Por qué la oferta no aumenta inmediatamente si ahora hay incentivos?
En síntesis, la suba del precio de la hacienda forma parte de una transición estructural del negocio ganadero argentino, producto de la menor oferta heredada, las dificultades climáticas y logísticas, la recuperación del consumo, los precios internacionales firmes y un nuevo marco regulatorio.
9. ¿La demanda interna también empuja los precios?
El nivel de consumo presenta una correlación directa con el poder adquisitivo de las familias. Para mediados de 2025, el consumo de carne bovina alcanzó los niveles de 2020-22 con una recuperación del 7%. El consumo se recuperó hasta los 50,2 kg/hab.
10. ¿Qué papel juegan las carnes de pollo y cerdo?
Cambio estructural en las proteínas animales: El consumo total pasó de 101 kg/hab/año (2000) a 118 kg actuales. Actualmente, la mayor oferta de pollo y cerdo le da mayor estabilidad al mercado y permite sostener la expansión del stock bovino. Esto permite atenuar el impacto en precios de las proteínas animales durante la restricción temporal de oferta vacuna.
Los valores actuales deben entenderse como la señal de inicio de un nuevo ciclo productivo cuyo impacto se atenuará a medida que la recomposición del rodeo se traduzca en mayor producción.
“La mejora de los precios globales de la carne impacta de manera directa en una mejora de la integración de la res, y por lo tanto en la capacidad de pago de los frigoríficos. Esta situación sucedió en todos los países de la región”, concluye el informe.
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