La cereza es primicia en Mendoza con buena calidad, pero menor volumen y dudas por los precios
La provincia cuyana es una de las referentes en este cultivo en el país e inaugura la temporada con la fruta primicia a nivel nacional. Allí se producen unas 5.000 toneladas anuales de cerezas para consumo en fresco.
De la mano de la cereza, uno de los cultivos más importantes para la provincia, la temporada de frutas de carozo ha comenzado oficialmente en Mendoza.
Con el arranque de la producción primicia para los mercados, ya que llega antes que la del Alto Valle de Río Negro, la provincia puso primera entre expectativas de buena calidad, un menor volumen de cosecha y la incertidumbre de los precios.
De acuerdo con Alberto Carleti, vicepresidente de Industria de la Federación Económica de Mendoza (FEM) y miembro de la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza (CAFIM), las perspectivas desde el punto de vista cualitativo son buenas, mientras que los niveles de producción estarían por debajo de la temporada 2024/25, conforme a los cálculos de los productores.
Las más recientes cifras oficiales incidan que Mendoza cuenta con entre 30 y 40 productores, ubicados principalmente en el Valle de Uco y en el oasis Norte, quienes desarrollan sus actividades en unas 700 hectáreas de las que se pueden obtener, en promedio, unas 5.000 toneladas de cerezas para consumo en fresco.
De esta cifra, el 90% se destina a los mercados de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, con excelentes retornos para la fruta temprana, y el 10% es exportado.
CEREZAS DE BUENA CALIDAD
Como se mencionó , la provincia de Mendoza inaugura la temporada de la cereza en Argentina y en algunas zonas, en el arranque del mes de octubre, comenzó la cosecha de las primeras frutas que se están viendo en el mercado.
“Este invierno se cumplieron las horas de frío necesarias y, como suele suceder, la floración fue buena”, comenzó explicando Carleti.
En este marco, amplió que “los mayores desafíos aparecen después, en las etapas de cuaje y formación del fruto. Hoy toda esa fase fenológica ya se cumplió, y en las zonas más tempranas de Mendoza, como Las Heras y Maipú, ya hay algunas cerezas cosechadas”.
Sin embargo, el grueso de la producción se enfoca en el Valle de Uco, donde algunas variedades tempranas de esa están listas para la cosecha cerca de la tercera semana de noviembre.
Estas fechas permitieron que las inclemencias climáticas que recibió la provincia en la última semana, marcada por heladas tardías, no tuvieran consecuencias en estos frutales.
“Tuvimos algunos episodios de heladas, pero fueron parciales y se dieron en zonas más bajas. En esta etapa, cuando el fruto ya está formado, el riesgo es bajo, así que pudimos superar bien esa situación”, planteó Carleti.
MENOS COSECHA DE CEREZAS
Con buena calidad, el lado B es la cantidad: más allá de que desde la disolución del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) la provincia no cuenta con estimaciones de cosecha ni cifras oficiales, los cálculos del sector arrojan que esta temporada puede estar entre un 10% y un 15% por debajo del año anterior, cuando Mendoza registró un buen volumen -similar a 2023, el mejor año del último lustro-, pero calibres un poco más pequeños.
“Mientras existía el IDR contábamos con un organismo que elaboraba pronósticos de cosecha. Tenía aspectos a mejorar, pero nos daba una referencia técnica. Hoy no tenemos ese dato, así que debemos guiarnos por la experiencia directa de los productores”, sostuvo Carleti.
Así, las expectativas respecto al volumen son un tanto moderadas: “Se observa menos fruta que el año pasado. En 2024 tuvimos una cosecha normal, pero esta temporada se produjo lo que llamamos un corrimiento: algunos frutos avanzan y otros se quedan atrás, lo que genera un aborto de fruta más alto que lo habitual. Eso hoy se traduce en un volumen menor”.
LOS PRECIOS PINTAN DE INCERTIDUMBRE A LAS CEREZAS
En cuanto a los valores de la cereza, el 90% de lo que se produce en Mendoza se vende en el mercado interno. Como explicó Carleti, saber qué pasará con los precios todavía es una incógnita.
“Estas frutas se mueven por oferta y demanda. Si hay menos fruta, eso suele tonificar los precios. Es una paradoja: una menor producción puede terminar mejorando el valor en el mercado. Lo que el clima nos quita en cantidad, a veces lo compensa en precio”, resaltó el productor.
El valor final que tendrá la cereza en el mercado argentino todavía está por definirse: “Hoy la fruta que llega al mercado es muy poca, son las primicias, por lo que los precios actuales no son una referencia real. A partir del 10 de noviembre se verá más volumen, y el pico de cosecha se alcanza siempre en los primeros diez días de diciembre”, destacó Carleti.
A eso, se suma un factor elemental, la apertura de Argentina a la exportación, donde se abre la oportunidad a uno de los jugadores más fuertes en el mercado mundial de la cereza: Chile. Por su cercanía y las facilidades burocráticas para la compra de productos en ese país, ese también será un factor a tener en cuenta a la hora de definir el precio.
LAS EXPORTACIONES DE CEREZAS, OTRA INCÓGNITA
Por último, el otro 10% de la producción mendocina tiene destino de exportación, pero allí enfrenta una competencia mucho más voraz con la producción patagónica.
“Río Negro, Neuquén, Trelew y Santa Cruz desarrollaron fuertemente su producción y hoy están muy bien posicionadas en los mercados de China y Estados Unidos. Eso también cambia el mapa de competencia para la fruta mendocina”, describió Carleti.
Desde la Patagonia, las cerezas crecen en prestigio y suman una denominación de origen
En cuanto a los valores también están por definirse. Allí, Chile sigue siendo un gran referente y formador de precios: “Ellos exportan cerca de 120 millones de cajas de cereza, sobre todo a China, y eso termina marcando los valores globales. El año pasado el mercado chino mostró síntomas de saturación, por lo que los chilenos empezaron a redirigir fruta a Europa y Estados Unidos, que eran destinos donde Argentina se movía con más margen”, completó el referente cerecero.
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