El maíz respira profundo: finalmente, la chicharrita casi no hizo ruido en toda la campaña
Si bien el último informe de la red nacional de monitoreo de este insecto muestra una mayor presencia de la plaga, en el 80% de la superficie sembrada ya no puede hacer daños. La prevención tuvo resultado.
La cosecha de maíz 2024/25 ya está encaminada y la campaña está cerrando con una gran noticia para los productores: la chicharrita del maíz, la plaga que causó estragos en el ciclo anterior y que se temía volviera a provocar problemas en el actual, nunca pasó de una leve señal de alerta.
En las últimas horas, la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus Maidis, el equipo multidisciplinario e interinstitucional que se armó precisamente para prevenir la posibilidad de un nuevo inconveniente grave con este insecto, publicó su 15° informe de la campaña y el panorama no difiere demasiado de lo que ha venido reportando en las últimas ediciones.
La presencia de la chicharrita del maíz ha venido incrementándose, pero no en niveles peligrosos y en un momento de la campaña en que el cereal, por su estadio fenológico, ya no corre riesgos de verse afectado por el complejo de enfermedades que transmite este insecto vector.
La sombra de la chicharrita crece, pero afirman que “la mayoría de los maíces está a salvo”
EL PANORAMA DE LA CHICHARRITA DEL MAÍZ
“El 15° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis registró una mayor presencia de la plaga, como era de esperarse para la época del año y el cese del control debido a que más del 80% de los maíces ya superaron la etapa de vulnerabilidad al achaparramiento”, señalaron desde la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), una de las entidades que integran la Red.
No obstante, los expertos aconsejan continuar con el monitoreo, no solo para preservar a los maíces sembrados más tardíamente, sino también para seguir generando información relevante para manejar la plaga en las próximas campañas.
De manera puntual, el relevamiento alcanzó entre el 24 de febrero y el 13 de marzo a 378 localidades maiceras de la Argentina y “mostró lo previsible: la chicharrita incrementó su presencia en todas las regiones, particularmente en las zonas endémicas del norte del país, como el NOA y el NEA”, ratificó el resumen de Maizar.
Pero amplió: “La buena noticia es que más del 80% de los cultivos de maíz ya está a salvo del complejo de enfermedades que transmite este vector, dado que ya se encuentra en etapas fenológicas reproductivas (R1-R6) o vegetativas tardías (VT), y en algunas localidades del Litoral o las regiones del Centro ya se está cosechando o cerca de hacerlo”.
“En general se ve que obviamente aumentaron las poblaciones de chicharritas, por la época estival y porque se dejaron de hacer intervenciones químicas de control. Pero este aumento llegó demasiado tarde, cuando ya los cultivos se encuentran fuera de la etapa de susceptibilidad”, explicó Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red.
De todos modos, el experto insistió en que, de cara al futuro, “es importante estudiar qué pasa con la población del vector. Por eso es preciso seguir monitoreando, independientemente de que el cultivo esté protegido: hay que seguir viendo cómo fluctúa en el tiempo la dinámica de esta población, para seguir generando información. Cuanta más información recolectemos, más precisos vamos a ser para la toma de decisiones”, indicó.