Test Drive al Jeep Wrangler: un 4×4 legendario, con más tecnología y motor más chico
El icónico Jeep Wrangler Unlimited Rubicon llega con retoques estéticos y mejoras de equipamiento, aunque el principal cambio es el reemplazo del V6 aspirado por un 2.0 turbo de 4 cilindros con menos potencia, pero más torque.
Por Pablo Epifanio
Para llegar a sus orígenes, hay que remontarse más 80 años atrás, cuando el primer eslabón de esta verdadera leyenda entra en escena en la Segunda Guerra Mundial.
Fue en 1941 cuando la Willys-Overland Motors desarrolla y presenta un vehículo multipropósito por expreso pedido del Ejército de los Estados Unidos y destinado a abastecer de movilidad a las tropas estadounidenses en el frente.
Quedó muy lejos esa época y pasó de todo en el medio, pero la esencia sigue firme. Con la tecnología como aliada y todos los beneficios de la evolución, el Jeep Wrangler respeta buena parte de ese mandato original, especialmente por lo que representa desde su imagen y el combo de aptitudes para afrontar todo tipo de desafíos. +
Claro que el devenir de los avances conlleva también cambios de rumbo o ruptura de paradigmas, como en este caso que “el cortar con una tradición” llega de la mano del reemplazo de un histórico como el Pentastar V6 de 3.6 litros por un motor más chico y con turbo: el Hurricane 4 (por sus cuatro cilindros) y 2 litros de cilindrada. Todo un cambio, vaya que si lo es.
Entonces, dando por sentado que la llegada de nuevos ítems para confort y seguridad, más algunos ajustes en el sistema de tracción, siempre son bienvenidos, resta saber cómo se comporta en el uso real con este nuevo bloque ya utilizado en otros modelos del Grupo Stellantis como la RAM Rampage. Una duda que se disipa sometiéndolo a una semana de prueba.
JEEP WRANGLER: ESTILO INCONFUNDIBLE
Por fuera, son leves los cambios los que, sin dudas, un ojo entrenado sabrá identificar de inmediato y que se aplicaron para darle un aire de frescura a esta silueta peculiar y característica como pocas.
¿Están allí en su trompa las siete barras verticales? Sí claro que están. ¿Están las ópticas circulares? También, claro que con tecnología Full LED. Pero si es que hay cambios en el frente, ¿dónde están?: en una leve modificación de la parrilla que –según informa la marca- ayuda a mejorar el ingreso de aireación al motor.
Otra modificación está en la mudanza de la antena de radio desde el capot hasta quedar integrada en el parabrisas, para mejorar el despeje frontal superior y evitar roces con ramas, troncos u otros obstáculos en una incursión.
También mantiene los robustos paragolpes, los prominentes guardabarros rectos, los ganchos de remolque pintados en rojo y la configuración que permite desmontar puertas y techo para disfrutarlo a pleno con los pelos al viento. Hasta el parabrisas se puede abatir para que el encuentro con el aire libre sea total.
Calza llantas de 17 pulgadas de nuevo diseño, inevitablemente envueltas con neumáticos para todoterreno (con tremendos tacos), y faros antiniebla, en tanto que el gris de moda le sienta más que bien a “nuestra” unidad, porque hace lindo juego entre los tonos oscuros y los detalles en rojo. Robusto por donde se lo mire, este modelo irradia aventura y garantiza una elevada cuota de versatilidad.
¿Y en cuanto a cotas para el off-road? Ideales: 43,9º de ángulo de ataque, 37 grados de salida y un despeje de 246 mm. Mide 4,78 m de largo (1,87 de ancho), acusa una distancia entre ejes de 3 m y pesa 2 toneladas y “moneditas”.
JEEP WRANGLER: INTERIOR RENOVADO Y MEJOR DOTADO
Esta nueva edición del Wrangler Rubicon, que por ahora llega únicamente en versión Unlimited y con carrocería cuatro puertas (la marca analiza importar la variante de dos), muestra en su habitáculo una renovación que abraza desde ajustes en la presentación de materiales y terminaciones, al agregado de tecnología para confort y seguridad.
La posición de manejo a gusto está garantizada gracias al volante de doble ajuste con teclas para varias funciones, en combinación con el generoso recorrido de la butaca (tapizadas en cuero y calefaccionadas) donde radica una de las novedades de confort: ahora y por primera vez es eléctrico, debido a que la marca desarrolló un compartimento estanco a prueba de agua, ya que hasta entonces la limitante para incorporar ese sistema era la vulnerabilidad en medio de un vadeo.
Suma una nueva pantalla multimedia touchscreen de 12,3 pulgadas de disposición apaisada y con una multiplicidad de funciones que van desde ajustes de todo tipo, a la paleta completa de entretenimiento, pasando por la conectividad con interfaz de celulares, el navegador nativo y las cámaras de retroceso y la delantera, muy práctica para las maniobras finas.
Completan el listado el climatizador bi-zona, puertos USB y algún que otro ítem, mientras que el instrumental que combina relojes analógicos con una pantalla digital de 7” para la computadora de a bordo, no desentona dentro de todo este ambiente inspirado en la aventura para cumplir con el mandato clásico de simpleza y funcionalidad.
Es toda una combinación entre el perfil purista (alfombras de goma tipo bandeja por si entra agua, gruesas costuras en rojo, la jaula que se muestra desnuda hacia el interior, la palanca para conectar la baja…entre otros) con la modernidad plasmada en la digitalización y mucho de comando táctil desde el enorme multimedia.
El espacio trasero es más que generoso, mientras que el acceso al sector de carga se puede concretar por doble partida: abriendo el portón tipo tranquera (del que cuelga el auxilio exactamente igual a los neumáticos y llantas titulares) y la luneta, o uno de los dos por separado.
Otro aspecto que presenta novedades para remarcar es el de seguridad, ya que por primera vez incluye asistencias a la conducción como control crucero adaptativo con función Stop & Go, luces automáticas, frenado autónomo de emergencia y alerta de punto ciego.
Asimismo, mantiene los ítems más convencionales tales como controles de tracción y estabilidad, airbags frontales y laterales, anclajes Isofix y sistema de monitoreo de la presión de los neumáticos.
JEEP WRANGLER: LA MECÁNICA, EL CAMBIO CENTRAL
Absolutamente expuesto a la crítica y posibles quejas de los más puristas, este aspecto es el que se destaca dentro de la paleta de cambios de esta nueva edición del Wrangler JL.
Es que, así como se sustituyó el bloque V8 en la RAM 1500, Stellantis apeló a un radical recambio para este modelo, jubilando el Pentastar V6 de 3.6 litros que desarrolla 285 CV, por el nuevo Hurricane 4 de cuatro cilindros de 2 litros y 270 CV con un turbo como aliado para compensar la pérdida de caballos.
Lo cierto es que este propulsor entrega más torque porque son 400 Nm (frente a los 353 del aspirado), lo consigue a menos revoluciones (desde las 3.000 rpm) y lo mantiene durante un mayor rango de vueltas.
Lo acompaña una caja automática de 8 marchas. No se siente igual, por supuesto, porque no responde con ese característico rugido, pero tampoco se queda corto. Responde con buen empuje, brindando agilidad y contundencia al momento de encarar algún tramo más desafiante.
Va bien en todo escenario, más allá de que su fuerte no es la ruta ni la ciudad, sino el campo, la arena, el barro, los huellones y las rocas. Trepa que es un contento y en todo momento te da esa tranquilidad asociada a un respaldo ante cualquier eventualidad.
Los números son más que lógicos para la mecánica, y de bastante a muy atractivos para perfil de un vehículo genuinamente off-road: alcanza los 100 km/h desde partida detenida en torno a los 7,9 segundos y una velocidad máxima (limitada) de 170 km/h.
Los consumos rondan en promedio los 12 litros y moneditas, frente a los 14,8 l/100km que anuncia la ficha de fábrica para el V6.
No tendrá ese sonido que muchos ya extrañan, es cierto, pero también lo es que no se achica en lo más mínimo ante el pedido del acelerador. De hecho, lo notamos hasta más picante que antes.
JEEP WRANGLER: TRACCIÓN CON TODOS LOS CHICHES
Si la motorización queda susceptible a algún reclamo, con el sistema de tracción -resumido en el sello Trail Rated que luce en los paneles laterales delanteros- pasa todo lo contrario, ya que respeta a rajatabla la fórmula que combina el clásico y esperado “fierro” para encarar lo que venga, con el aporte tecnológico del evolucionado sistema Rock-Track HD.
Entre ambos lo dotan de enormes capacidades para el 4×4. Cuenta con una caja de transferencia con 5 modos de manejo: 2WD, 4WD Auto, 4WD Part Time, N, 4WD LOW. Este esquema incluye los ejes rígidos delanteros y traseros, el doble bloqueo de diferencial y la posibilidad de desconectar la barra estabilizadora para conseguir un recorrido de ruedas casi sin límites para convertirlo en una suerte de cabra motorizada.
El andar derrocha robustez y solvencia en el fuera del asfalto, donde hace todo bien. Uno de los aspectos que colabora con su buen desempeño es la baja de peso en el eje delantero debido a que este motor (más chico y construido con materiales más livianos) descuenta unos 70 kilos.
Queda claro que su hábitat ideal no es ni la ciudad ni las rutas, porque más allá de que la asistencia de la dirección aporta fluidez y facilidad para las maniobras de estacionamiento, su tamaño se hace notar en los espacios reducidos, mientras que al tomar velocidad la insonorización dista de ser un plus para el confort.
Entre la rodadura de los cauchos con sendos dibujos y la rumorosidad eólica que se filtra por las uniones de las partes desmontables, resulta lógico que a bordo se perciba todo lo que aparece ante el avance.
JEEP WRANGLER: UN VEHÍCULO DE NICHO
Este facelift, que ya se comercializa desde fines de 2023 en Estados Unidos –donde se produce- contempla todas las incorporaciones, ajustes y reemplazos apuntados en este texto, sin descuidar el esmero en la calidad y manteniendo intactas las capacidades 4×4.
La discusión está en la mesa. De un lado los que reniegan por el avance de las mecánicas más comprimidas en pos de la búsqueda de una mayor eficiencia, y del otro los que ven con buenos ojos estos cambios de paradigma. Quizás quienes lo critican cambien de opinión una vez que lo prueben. En fin, todo es posible.
El tiempo dará su veredicto dentro de un segmento del mercado que no es de los voluminosos, sino que pertenece a esa porción considerada de nicho: su precio al público hoy es de 126.800 dólares.
EL RESUMEN DEL TEST DRIVE AL JEPP WRANGLER
A FAVOR
- Nivel de seguridad / incorporación de ADAS
- Calidad y robustez general
- Capacidades off-road
- Desempeño mecánico
EN CONTRA
- Rumorosidad a bordo / insonorización mejorable
- Una sola versión en la gama (por ahora)
- Sin variantes más económicas