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Retenciones: con la baja ya vigente, ¿cuál podría ser el impacto para el productor y la economía?

Fuente: Infocampo 29/01/2025 13:58:04 hs

Por ahora, el mercado no refleja las menores alícuotas. Diversos informes analizan cuánto podría mejorar la rentabilidad y los ingresos, una vez que el nuevo mecanismo de retenciones se consolide.

La rebaja de retenciones a los principales granos y subproductos que exporta la Argentina está vigente desde el último lunes y supone un achique del 21% en las alícuotas que venían rigiendo para el comercio exterior de soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo.

Sin embargo, en lo que va de la semana, no ha habido un impacto concreto que se observe en las pizarras del mercado de Rosario, donde los valores se han mantenido en general estables y las operaciones han sido escasas.

Esto ha llevado a que desde el ruralismo hablen de “incertidumbre” en relación a si efectivamente llegará el beneficio a los productores, y esto viene atado a que los exportadores terminen de resolver la encrucijada del esquema armado por el Gobierno, que impone que para obtener este beneficio de menores alícuotas, las liquidaciones de divisas se deben realizar en un plazo máximo de 15 días.

Este modelo financiero es lo que por ahora no encuentra cómo resolverse para que se traslade al precio de los productores, y es lo que estaría haciendo que el impacto en el mercado aún no haya llegado.

LAS RETENCIONES Y SU IMPACTO

Mientras tanto, la pregunta tranqueras adentro es, efectivamente, cuál debería ser el beneficio que perciba el productor. Asimismo, también está el interrogante de cómo impactará esta medida en la economía a nivel general.

En ese sentido, desde el momento del anuncio realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, se han difundido numerosos análisis sobre la rebaja de retenciones y su posible repercusión en el bolsillo del chacarero, en la actividad económica y en la recaudación.

A continuación, un repaso por varios de esos informes:

Retenciones: rentabilidad en la zona núcleo y el NOA

El investigador Franco Artusso, del Instituto de Estudios de la Fundación Mediterránea (IERAL), analizó el impacto de la medida tomando como referencia dos modelos agrícolas con distintos niveles de eficiencia en la producción de los granos, uno que captura las particularidades de la zona núcleo (sudeste de Córdoba) y otro que intenta representar a la gran región extrapampeana (Santiago del Estero, centro-norte del país).

En ambos casos se considera el caso de un productor propietario de la tierra, con una escala de producción de 500 hectáreas y un esquema de siembra “50 y 50” de soja y maíz.

A grandes rasgos, Artusso concluye que, de mantenerse la baja de DEX durante todo el 2025 (y no solo hasta junio), la rentabilidad neta del productor (margen después de impuestos) aumentaría un 12% o U$S 52 por hectárea en zona núcleo y 20% o U$S 41 en zona extrapampeana.

Estos dólares ‘extras’ para el productor son a su vez los que perdería de recaudación el estado, implicando una retracción del 8-10% de los ingresos totales del fisco con respecto al escenario sin reducción del impuesto”, agrega Artusso.

De todos modos, advierte también que la recaudación tributaria total cae proporcionalmente menos que la recaudación perdida por la baja de los DEX (-19%) y explica que esto se debe a que, tras la reducción de las alícuotas, aumenta la recaudación de otros impuestos y se compensa parcialmente la pérdida.

Este efecto se explica fundamentalmente por la mayor recaudación del impuesto a las ganancias (+15-21% dependiendo la zona), pero también se recaudaría más por el impuesto a los Sellos (+6%), al cheque (+4%) e Ingresos Brutos (+2%).

“Considerando estos cambios sobre la estructura tributaria y los distintos niveles de gobierno que recauda cada impuesto, se observa que las provincias serían las grandes ganadoras tras la reducción de los DEX: pasarían a recaudar 12-15% más, un extra de U$S 16 por hectárea en zona núcleo y de U$S 11 / ha en zona extrapampeana; Nación, por su parte, absorbería toda la perdida recaudando 14-15% menos, con una merma de U$S 68 en zona núcleo y de U$S 52a en zona extrapampeana, respectivamente”, completa el estudio.

Por otro lado, remarca que, aún con la rebaja, la carta tributaria total sobre el productor (nación más provincias), si bien disminuye entre 5 y 6,4 puntos porcentuales, permanece muy elevada en el 2025: promediaría 54,4% en zona núcleo y 60,6% en zona extrapampeana.

“Esto quiere decir que, luego de pagar impuestos, al productor agrícola de zona núcleo le quedará tan solo el 45,6% de la renta que genere con su actividad (ingresos menos costos) y al de zona extrapampeana apenas el 39,4%”, precisa Artusso.

El artículo completo: https://novedadeseconomicas.ieral.org/un-paso-en-la-direccion-correcta/

Retenciones: un “extra” de U$S 1.000 millones

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires enfocó el análisis en el impacto que puede tener esta medida en la generación de divisas.

“El reciente anuncio de la baja en los derechos de exportación representa un avance significativo en la política tributaria hacia el agro. Aunque la medida tiene carácter temporal, su implementación desde el próximo lunes hasta el 30 de junio de este año podría generar efectos muy positivos en el corto plazo”, señala el reporte de la entidad porteña.

Desde su punto de vista, la baja de las alícuotas genera incentivos claros para que los productores comercialicen parte de los niveles de stocks acumulados, que rondan las 10 millones de toneladas de soja de campañas anteriores, al tiempo que impulsa las ventas de la campaña en curso.

“Esto podría traducirse en una oferta adicional significativa, contribuyendo a la generación de divisas y una mejora en la recaudación fiscal, fortaleciendo variables clave para la estabilidad macroeconómica”, subraya.

Proyectando las ventas de granos hasta fines de junio, basadas en el ritmo promedio de las últimas campañas, la estimación de la Bolsa de Buenos Aires es una mejora de aproximadamente U$S 1.000 millones.

“Si además se comercializara parte del stock de soja de campañas anteriores, este valor podría incrementarse, aunque su estimación resulta compleja. Supongamos que se vendiera la mitad de dicho stock, lo que implicaría un incremento adicional de alrededor de U$S 500 millones”, agrega.

Para la entidad porteña, lo importante sería que la medida continúe en el tiempo, de manera de significar un incentivo para la próxima campaña que permita mejorar los niveles de inversión en tecnología.

Retenciones: los nuevos precios estimativos

Otro reporte al respecto vino de la mano de Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

En su extenso análisis, Romano dijo que si se tomaran los precios FOB vigentes al día del anuncio y se la aplicara la reducción de alícuotas de manera directa, la soja debería mejorar US$ 27 por tonelada, mientras que el maíz y el trigo deberían hacerlo en alrededor de US$ 6.

Sin embargo, hay muchos matices a tener en cuenta, más allá de que faltan las normas que aclaren cómo se hará la liquidación de divisas.

La baja de retenciones “renueva la esperanza” entre las principales cadenas agrícolas

Según el analista, a los valores actuales, la intención de venta de soja mayo 2025 venía siendo muy baja. Por ello, al comparar la capacidad teórica de pago de la industria, partiendo de los valores de aceite y harina (CTP), arrojaba 285 US$/tn y el precio real era de 280 US$/tn. El margen de 5 US$/tn que esto generaba para ese momento resulta bajo, ya que en cosecha cuando se produce la mayor presión vendedora del lado del productor, ese margen suele estar en 20 US$/tn.

En soja disponible, maíz y trigo, los precios tenían más lógica frente a lo que se pagaba en los mercados de exportación. Dicho esto, es posible que, de haber mayor oferta de soja nueva, tomando la CTP con estos derechos de exportación vemos que sugieren 306, pero sería razonable esperar precios en el rango de los 285/290 US$/tn.

En resumen, “la soja disponible debería estar en torno a los 305/310, el maíz disponible en 200, y a cosecha en 193. Los precios del trigo están con una lógica particular, los teóricos quedaban por encima de la CTP, por lo que es difícil estimar donde deberían quedar los mismos”, detalla Romano.

Pero otra cuestión a considerar es que se anticipa que, con la rebaja impositiva, el productor será más vendedor que antes, por lo que la mayor oferta debería hacer caer los precios de los granos en el mercado internacional.

Pensando en la cabeza del productor, para Romano “en soja es momento de venta”, porque los precios reales que se operaron suponen que se mantengan precios FOB con una Argentina poco vendedora, y un descuento sobre la capacidad de la industria bajo.

De 290 para arriba veo esto para vender. Si no tenemos otros eventos, esperaría una soja en cosecha entre 270 y 280. En maíz podríamos ver mejores valores, por lo que seguiría avanzando con más prudencia. El trigo fue poco afectado por estas medidas, pero lo empujaron a la suba. Si antes esperábamos 220 para vender lo que queda de la vieja, ahora quisiera por lo menos 5 más”, recomienda.

En tanto, para quienes están muy vendidos, el consejo es “ir por los CALL”. “En maíz lo haría rápido, en soja esperaría a valores de futuros en la zona de los 280, pero el aumento en la volatilidad y lo raro del mercado podría generar primas más altas que antes”, menciona.

Retenciones: muchas preguntas, pocas respuestas

En el terreno del análisis desde los números de las empresas agropecuarias, otro desglose es el que hace la consultora Zorraquin + Meneses en su informe mensual.

“Desarmar intervenciones del mercado en un sistema tan enmarañado y todavía ‘débil’ como el de la Argentina, en el medio de una campaña, no es fácil. Tendrá, en el corto plazo,  consecuencias agradables y otras no tanto para distintos actores. Algunas sencillas de ver y otras que no imaginamos, una especie de ‘efecto mariposa’ muy difícil de predecir, porque dependerá de la posición comercial y reacción de los que se ven impactados por una medida de este tipo”, refleja el estudio.

Y dispara algunas preguntas clave para buscar entender el impacto de la medida:

  • ¿Se trasladará todo a precio o la cadena comercial solo entregará una parte del beneficio?. El impacto inicial en el mercado local MATBA ROFEX (viernes 24 de enero) fue una suba en las cotizaciones de soja entre 10 y 12 U$S/tn dependiendo de la posición y subas menores en maíz y trigo.
  • ¿Quién captura esta renta diferencial dentro de la cadena productiva: productores, dueños de campo, cadena comercial y en qué proporción?
  • ¿Existirá “avalancha” de ventas con el consiguiente impacto en las cotizaciones locales y quizá internacionales?
  • ¿Se exportará más poroto de soja afectando a la industria molinera/aceitera, que deberá “esforzarse” para conseguir mercadería?
  • ¿Cómo impactará en el corto plazo a las producciones de carne que utilizan a los granos como insumos (leche, carne, aves, cerdo)?
  • ¿Tiene alguna consecuencia para productores y vendedores de insumos en lo vendido a canje y a pagar en cosecha?
  • ¿Fortalecerá o debilitará el mercado de futuros Matba-Rofex?
  • ¿Qué impacto tendrá en la cotización del dólar paralelo y en los dólares financieros la liquidación de exportaciones si se generara una avalancha de ventas?
  • ¿Acelera la salida del cepo y el final del dólar blend?

El informe completo se puede consultar aquí: https://zorraquinmeneses.com/ar/apuntes-para-empresas-enero-2025/

Retenciones: la óptica impositiva

Desde Córdoba, el contador Mariano Echegaray Ferrer es experto en finanzas vinculadas al agro y realizó un análisis sobre la baja de retenciones desde la óptima impositiva, que se comparte de manera textual a continuación:

Cuánto será finalmente el traslado de las bajas de retenciones al productor, será un punto cuando se tenga conocimiento completo del decreto que establezca y formalice la medida.

Lo que podemos estimar es que no sería una cuestión lineal al ajuste de la baja de DEX hacia precios y más allá de esta situación mejorar la expectativa del margen del negocio. En cuanto a la presión fiscal será una mejora en razón de la participación del estado en la renta agrícola es explicada en más del 65% de su participación por las retenciones, esta baja debe mejora esa relación llevándola próxima al 50%.

La baja de las retenciones viene de la mano de un impuesto no coparticipable, es decir que las provincias no reciben participación sobre el mismo. Una baja de los DEX implica mejora en las recaudaciones de impuestos coparticipables (participan las provincias) consigo una mejora en su recaudación.

Es por esto que se debería rever IIBB sobre los productos y servicios que afectan los costos del agro. Recordemos que la venta de productos primarios en la mayoría de las provincias productoras se encuentra exentos, pero la comercialización de fitosanitarios, semillas, fertilizantes, por mencionar solo algunos se encuentran gravados.

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Los más relevantes son los servicios agrícolas que se prestan vinculados con siembra, fumigación, cosecha y transporte que se encuentran gravados en IIBB. Una buena medida que vaya en consonancia con la mejora de la rentabilidad de los productores es una baja o eliminación de las alícuotas del impuesto. Tengamos claro que IIBB es un impuesto en cascada y que el último eslabón de la cadena es quien lo paga acumulado, en este caso el productor.

Ahora analizando aspectos técnicos en cuanto a las perspectivas de recaudación de los DEX, se presenta una clara mejoría, donde pasaríamos de los U$S 5.400 millones de recaudación en el 2024 a más de U$S 8.000 millones para el 2025.


A lo anterior se suma que una baja de los DEX no es lineal contra caída de recaudación en razón que mejora la recaudación de otros impuestos coparticipables como es el caso del IVA, apuntando a un efecto derrame dentro de la actividad.

Es muy destacable que el gobierno se hizo eco del reclamo del campo qué no se fundaba en un capricho sino en una necesidad genuina frente a un escenario de pérdidas.

Retenciones: ¿impactarán en la mesa de los argentinos?

Por último, la consultora Mónica Ortolani también sumó su análisis sobre el posible impacto para el bolsillo del productor.

En coincidencia con lo planteado por Dante Romano, el trigo y maíz deberían mejorar casi U$S 6 y la soja U$S 28, y de permanecer constantes el resto de las variables deberían ubicarse a U$S 202, U$S 199 y U$S 310 respectivamente.

“Sin embargo, los valores de fas teórico con el actual sistema prácticamente están a los mismos valores que las cotizaciones actuales, incluso el maíz . Por lo tanto ¿estarán los exportadores y fábricas dispuestos a seguir pagando el diferencial que venían reconociendo para cumplir sus compromisos y  alimentar a sus industrias? ¿Quién terminará capitalizando esta mejora? ¿Llegará a los bolsillos de los productores?”, se pregunta Ortolani.

Y responde de manera poco optimista: “Por lo expuesto, la baja de DEX a nivel precio, no creemos el productor agropecuario reciba un mayor precio por el valor de sus granos y un alivio a su pesada asfixia climática, económica y financiera”.

También destaca que la medida reaviva algunos interrogantes que surgieron durante el primer “dólar soja”, el mecanismo que en llevó adelante el kirchnerismo durante 2022 y 2023 también para mejorar la ecuación del productor e impulsar ventas:

  • ¿Se publicarán dos precios pizarra?
  • ¿Cómo se liquidarán las operaciones ya cerradas a fijar precio?
  • ¿Qué precio se tomará para las compras aún no declaradas y viceversa?
  • ¿Aplicarán tanto a cosecha anterior como nueva?
  • ¿Cómo se liquidarán los alquileres?
  • ¿Qué precio se tomará para los canjes a precio abierto?
  • ¿Cómo afectará a las cotizaciones futuras posteriores a junio/25?

El artículo completo: https://tonicaonline.com.ar/2025/01/24/baja-de-retenciones-impacto-en-productores-y-la-mesa-de-los-argentinos/

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