Peras y manzanas: la cosecha espera que “repunte” Brasil y que el calor no mate el sueño exportador
Río Negro anticipa menor producción de peras y alerta por el dólar. “Estamos rezando, no sabemos cómo bajar los costos. Este año será bisagra”, alertó un productor del Alto Valle.
Mientras que en el verano de 2024 la perspectiva de las peras y manzanas era de recuperación en relación al año anterior, ahora, en la zona del Alto Valle de Río Negro volvió a reinar la cautela entre los productores.
Un combo de inquietudes que contiene al mercado de Brasil y su devaluación, los costos en dólares, el calor, la falta de lluvias y algunas plagas que comenzaron a aparecer a causa del clima conforman un cuadro que no deja tranquilos a los productores de la zona.
Las peras y manzanas de Río Negro y Mendoza ya tienen calendario “oficial” para la cosecha
Algunos creen que este año será determinante. Es el caso de Danilo Giannini, de Ingeniero Huergo, que no tuvo rodeos ante la consulta de Infocampo: “Ojalá sobrevivamos. Yo creo que este año será bisagra para muchos productores y para muchas empresas”.
“La devaluación del Real (NdR: la moneda de Brasil) nos pegó duro. Para las peras el mercado brasilero es muy importante, muy importante y nuestro dólar tan barato nos ha complicado. A la vez esperamos que cambie el clima y ojalá tengamos un buen año”, expuso.
Desde su mirada, las distintas escalas de producción no alcanzan para evitar el problema de los costos y la cotización de la divisa. “Yo veo que estamos todos en la misma situación, así que estamos rezando. No sé cómo podemos bajar los costos nosotros”, alertó.
“De la única manera es que nos bajen los impuestos”, pidió.
LAS PERAS, EN PLENA COSECHA
El calendario oficial de cosechas ya está en movimiento desde hace más de un mes, cuando las peras Williams, las de mayor producción en la Argentina, comenzaron a ser recolectadas por casi 20.000 trabajadores golondrina que llegaron a Río Negro desde el norte del país.
Según estimaron desde la Gobernación, un trabajador que llega a la Patagonia, si suma tareas de cosecha y empaque, puede llegar a obtener hasta “u$s 1.800 por mes” de acuerdo a la categoría y el establecimiento.
“Nuestra actividad tiene el principal costo de la mano de obra, que más o menos está incluyendo un 70%. de los costos totales. También los fertilizantes nos han aumentado, y los impuestos siguen siendo prohibitivos. Imagínense que cuando aumentan los sueldos aumentan las cargas patronales, aumentan la ART, aumenta todo. Y eso ha llevado a que el margen se achique”, sostuvo Giannini.
Es por eso que entre los productores saben que, más allá de sus catastróficas consecuencias sociales, un estado de permanente inflación conllevaba también una manera de trasladar el problema. Al menos para el sector.
“Todos los errores que había anteriormente los licuaba la inflación. Y eso ahora eso no ocurre ahora”, remarcó.
Martín Hernández también es productor frutícola, de General Roca. En su chacra ya cosechó duraznos, pelones, va por la etapa de las peras y ultima detalles para las manzanas. En su chacra las peras Williams “tuvieron muy buena floración y cuaje”. Pero ahora parece haber zozobra con respecto a las manzanas.
“Mis peras no sintieron tanto el calor, pero ahora las manzanas están complicadas porque están dándose días de 40 grados de calor y eso literalmente quema a la fruta, les quita color. Las asolea. Y eso comercialmente complica porque es un factor determinante a la hora de venderlas”, explicó Hernández.
“En manzana sí me va a bajar mucho la calidad por la falta de color. Todo lo que se manda a la exportación es “full color”, y hay que tener al menos un 80% de coloración. Con este calor es imposible”, lamentó.
Sumado a eso, Giannini contó que entre el calor y la falta de lluvias constante la polvareda es una escena más que común por estos días en el Alto Valle. Eso conlleva a la aparición de “arañuelas”, un insecto que prolifera con esas condiciones.
“Tuvimos heladas, un poco de granizo y ahora un calor que hace un mes que no baja de 35° todos los días. Eso llevó a que venga esta arañita, está muy seco acá. Este año que pasó llovió 140 milímetros y de lo que llevamos de enero, nada. Así que venimos de una sequía grande y eso lleva a que haya mucha tierra y mucho calor”, alertó.
La arañuela come las hojas de las plantas y eso conlleva a una pérdida de rendimiento en las peras y las manzanas. “Duraznos, pelones y ciruelas por suerte han venido mucho mejor, pero sus costos también crecieron mucho”, comentó.
LA MIRADA DE LA PROVINCIA
En la Gobernación calculan que el ciclo 2024 de la agricultura aportó no menos de u$s 150 millones a la economía de Río Negro en general. 87.000 hectáreas producen bajo riego, e incluso existe un plan maestro para alcanzar el “lejano este” provincial y que el Valle Medio y Valle Inferior del río Negro sean también, a futuro e inversiones extranjeras mediante, parte del oasis productivo.
Pero eso por ahora está a la espera. Hoy, desde la Provincia eligen agradecer la baja de retenciones anunciada por la Casa Rosada. “En síntesis, creo que el rumbo es el que todos queremos, pero la coyuntura es grande”, matizó Carlos Banacloy, el ministro de Producción.
Por su parte Facundo Fernández, actual secretario de Fruticultura, detalló cómo observan la dinámica de la cosecha desde la cartera. “En pera Williams se estima una baja de entre el 20% y 30% del volumen y además hay algún porcentaje no definido de falta de calidad por marcas de heladas”, explicó.
En busca del “lejano este”: Río Negro impulsa el riego para sumar otros dos valles productivos
“La situación compleja esta temporada es la de los costos en dólares: nuestro principal mercado de exportación es Brasil y viene de una devaluación mayor al 25% y nuestros costos aumentaron en dólares”, sostuvo. El cálculo oficial es que producir una caja de peras costará más de u$s 11 sin flete. “Más allá de las calidades, la carga impositiva y el incremento de costos no nos deja ser competitivos”, lamentó.
Para Fernández, entonces, el clima juega un rol clave y en manzanas es donde más puede incidir eso. “Fundamentalmente tener noches frescas y días cálidos, porque esa amplitud térmica favorece el color. Hasta ahora hubo temperaturas medias muy altas, pero es importante que a partir de febrero baje un poco y antes de la primera semana de marzo tengamos varias noches frescas, por debajo de 20°”, añoró.
“En peras viene bajando año a año el consumo. En el mercado interno el problema es que entra fruta importada a menores precios que la se produce acá”, cerró el funcionario.
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